miércoles, 5 de diciembre de 2012

El chamanismo y el neochamanismo:
El Chamanismo, es una práctica que se remonta a épocas antiquísimas. Existe desde los orígenes primigenios de la humanidad, cuando en la inocencia del Edén, el hombre vivía en armonía perfecta con la naturaleza.

Es una forma arcaica de culto que ha sobrevivido a los grandes cambios históricos, a la aculturación y la profanación de las costumbres y tradiciones de nuestros pueblos indígenas. Sobrevivió y sobrevive al imperialismo avasallador de las potencias, a la evangelización de las religiones y al marginamiento de los propios gobiernos.

El chamanismo, subsiste hoy en las profundas selvas vírgenes que aún quedan, en los templos jinas y en las montañas  y valles,  en los desiertos de Centroamérica  y en la Cordillera de los Andes .

El despliegue que hicieron antropólogos pioneros, entre ellos el famoso Carlos Castaneda, (1.970- ) generó un resurgimiento y despertó el interés por estos ritos ancestrales, pero con un enfoque diferente: la fascinación por los estados alterados de conciencia, sin espiritualidad ni conciencia mística.

Con el transcurrir de los años, los científicos se dieron a la tarea de aislar los componentes activos de las plantas enteógenas, para convertirlos en drogas psicoactivas sin prever con ello los desastres tanto para el ser humano como para la naturaleza y los elementales sagrados de las plantas.
Así, en muchos países se fomentó la drogadicción y muchas personas confundieron los efectos psicodélicos con trances chamánicos porque no tenían un paradigma, un punto de referencia para conocer y comprender la gran diferencia entre las plantas usadas de manera natural y los extractos químicos obtenidos en laboratorios.

Las drogas fueron creadas por magos de las tinieblas con el propósito de desviar a la humanidad del sendero de la luz. Muchos jóvenes que entran al mundo de las drogas caen en la temible trampa tendida por la Bestia.  Las drogas, ocasionan trastornos en la psiquis, en la mente, conducen a la degeneración del sistema nervioso, llevando al individuo a estados patológicos como la esquizofrenia , la paranoia y la ansiedad extrema a causa del síndrome de abstinencia e incluso pueden conducir a la locura, la pérdida de la identidad y en algunos casos a la muerte como consecuencia de una sobredosis letal.

Es importante enfatizar en la diferencia entre las plantas sagradas y las drogas psicoactivas. Nunca una droga procesada por mano del hombre, podrá equipararse al uso de las plantas sagradas (Peyote, Yajé, Ayahuasca, San Pedro, Pildé) dentro de su contexto ritualístico, cultural y místico. Por eso no compartimos el calificativo de "neochamanismo" que utilizan en algunos medios principalmente en los países desarrollados, para referirse a prácticas psicodélicas inducidas con drogas tratando de asimilarlas al verdadero y auténtico chamanismo andino.

Los enteógenos, por el contrario, conducen a la liberación mental, la comprensión del mundo y de sí mismo, al despertar espiritual y la reconciliación con Dios; al respeto por la Madre Natura y a la defensa y conservación de la vida en todas sus manifestaciones.

Los elementales son puertas que se abren al conocimiento de los mundos internos, a la perfecta medicina y la forma de culto original.

Los primeros sacerdotes y médicos de la humanidad, fueron los chamanes y aún hoy los pocos que existen (Iachacs, o Curacas)  son portadores de una ancestral sabiduría heredada de sus antepasados que los hace tratar enfermedades del cuerpo,  la mente y el espíritu. 

Los elementales en su inocencia, nos enseñan a discernir lo bueno de lo malo en nuestras vidas por pertenecer ellos al Reino dévico, más allá del bien y del mal, términos que corresponden únicamente al reino humano.

Pero también en estos tiempos de crisis y pérdida de valores, el chamanismo indígena ha degenerado, convirtiéndose en un mercado de plantas, pócimas y yerbas alejado de su contexto cultural y natural. Muchos indígenas, por sed de poder, fama o dinero, se convierten en impostores y charlatanes dispuestos a realizar espectáculos de circo para engañar a los incautos que caen en sus redes, en especial a los extranjeros que andan a la caza de experiencias de esta naturaleza.

Sin embargo, para estos tiempos, afortunadamente, hay un Nuevo Chamanismo, el Chamanismo de la Luz, que conserva las prácticas ritualísticas sagradas, tal y como las enseñaron nuestros ancestros, con respeto y reverencia hacia los elementales de la Naturaleza. Sigue la doctrina y los principios de la Gnosis Revolucionaria, puesto que fue el V.M Samael, el Avatara para esta nueva era de Acuario, quien entregó  las claves de este conocimiento en sus obras fundamentales sobre elementoterapia y teurgia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario